domingo, 3 de agosto de 2008

I'M BACK!!!

Queridos compañeros:
Un nuevo día nos encuentra reunidos a los que luchamos por hacer de nuestra hermosa tierra, una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana para poder compartir largas tardes orgiásticas de quilombo musical y reconciliación nacional.
Aquí estoy.
Vuelvo en estos días frente a los trabajadores argentinos, encontrándome en la posición más confortable en que puede estar un músico militante, cuya síntesis puede afirmarse al decir: he sido leal con mi pueblo y, Dios sea loado, mi pueblo a sido leal conmigo.
Se ha dicho que sin libertad de poder escuchar lo que se nos canta no puede haber justicia social, y yo respondo que sin justicia social no puede haber libertad de escuchar cualquier cosa. Ustedes, compañeros, han vivido la larga etapa de la tan mentada libertad de la oligarquía neoliberal: que Miranda, Vilma Palma, The Sacados y que se yo cuanta banda mas de inadaptados que mancillan a la patria con su convertibilidad; yo les pregunto, compañeros: si había antes libertad o la hay ahora. A los que afirman que hay libertad en los pueblos donde el trabajador está explotado y solo puede contar con discos truchos o copias rusas, yo les contesto con las palabras de nuestros trabajadores: esta es una hermosa libertad, la de morirse de hambre o empomado por un pirata de cuarta. Por eso, aquí estamos de vuelta, con nuestra guitarra al hombro. Luego de varias zapadas con el Carpo en el limbo, decidimos regresar… porque a la patria se la construye en grupos… como habrán visto (y por mas que griten, aquí no hay Palito que valga) al rock, lo construimos todos juntos.
Me acompañan como ven, en esta primera zapadita de llegada, Jaime e Ítalo.

Asi que, a los que nos acusan de dictadores, de metaleros cabeza, de villeros escucha-cumbia, o de tener mala técnica, he de decirles que la peor de todas las dictaduras es la de la fatua incapacidad de los oligarcas para reconocer el talento popular.
Por eso compañeros, cumplidas las metas de volver a estar entre uds. puedo decirles entonces que, aseguradas para los trabajadores argentinos la justicia social, las alhajas musicales de descarga directa, la carne y los granos, y asegurada también para el pueblo argentino, la igualdad ante la Constitución y ante la ley, recordemos que nosotros, los gobernantes, ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer para consolidar ese estado de cosas largamente ambicionado. Por eso, basta con el campo, basta con la leche derramada, es hora del rock. Con mi Estratocaster pienso reventarles la cabeza de rock y traerles discos cósmicos, anécdotas y epopeyas musicales difíciles, junto con las necesarias recetas políticas para morfar en la unidad básica.
La rosca, ahora, es del pueblo argentino. El debe mantener esa onda y hacerla cumplir, y guay del que intente atravesarse por los caminos de la obstrucción en la voluntad del pueblo.
Ahora mi pedido: debemos reconquistar el tiempo que perdemos en las partusas produciendo más. Nos hemos quedamos sin pala y sin escabio y encima, la mesa de enlace no entrega nerca ni choris, aguando la fiesta. Así que, espero compañeros, que antes de fin de año, controlando a los saboteadores, a las organizaciones patronales, al payaso ese de Entre Ríos y poniendo cada uno la firme decisión de producir, podemos sobrepasar ese diez por ciento en que estamos por debajo de la producción en los actuales momentos.
Finalmente, compañeros, en este regreso jubiloso a nuestra tierra en su ciberespacio, jubiloso para el pueblo argentino, les traigo paz y amor, y les deseo, a todos ustedes las mayores felicidades y las mayores alegrías en esta vida del rudo batallar diario. Levanten los cuernitos, agiten sus cabezas y dejen que el Rock los haga vibrar en forma nacional y popular.
I’m back y ahora se van a tener que poner las pilas.

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